Las persianas de interiores más conocidas son las venecianas, que pueden ser de aluminio o madera. Ambas te proporcionan un excelente aislamiento térmico. La diferencia es que las lamas de las de aluminio son flexibles, y puedes usarlas sin miedo en estancias húmedas como la cocina o el cuarto de baño, mientras que la madera es más sensible a la humedad.
En la actualidad, están muy de moda las esterillas para el interior de tu ventana. Su nombre ya dicen cómo son: se asemejan a delicadas alfombras que filtran la luz de tu hogar creando un ambiente relajante y cálido que te encantará. Eso sí, no suelen ser opacas, así que son más adecuadas para el salón que para un dormitorio.
Por último, puedes decantarte por persianas alicantinas en interiores. Son la opción favorita para decoraciones rústicas y cuando no puedes usar esta persiana para ventanas de exterior por las condiciones climáticas.