Iniciamos el proceso enfocándonos en la medida más visible y crucial: el ancho.
Aquí, el truco está en no solo medir el ancho del marco de la ventana sino en añadir un pequeño "plus" a estas dimensiones. ¿Y este plus cuánto es?
Pues, hablamos de añadir 5 cm adicionales por cada lado del marco. ¿Y por qué hacemos esto?
Simple: para garantizar que la persiana cubra completamente el hueco de la ventana, evitando así esos molestos rayos de sol que se cuelan por los lados en las mañanas.