¿Cómo Arreglar una Persiana Descolgada?
¿Te ha pasado que una mañana intentas subir la persiana y descubres que está descolgada?
Tranquilo, no es el fin del mundo. Con las herramientas adecuadas y un poco de paciencia podrás arreglarla tú mismo sin necesidad de llamar a un técnico. En esta guía te explico todo lo que necesitas saber para reparar tu persiana descolgada y devolverla a su funcionamiento normal
Partes de una persiana
Antes de ponerte manos a la obra es importante que conozcas los componentes de una persiana. Esto te ayudará a identificar correctamente el problema y solucionarlo de manera eficaz.
Elementos exteriores de una persiana
Lamas: Son las piezas horizontales que conforman la persiana. Pueden estar fabricadas en PVC madera o aluminio, dependiendo del tipo de persiana que tengas.
Guías laterales: Estas piezas verticales son por las que suben y bajan las lamas. Ademas de guiar el movimiento, evitan que las lamas rocen con la ventana.
Cajón: Es la estructura ubicada sobre la ventana donde se guarda toda la persiana cuando esta subida.
Cinta: Es la cuerda lateral que usamos para subir y bajar la persiana manualmente.
Recogedor: Se encuentra en el extremo de la cinta y sirve para enrollarla cuando no se está usando.
Piezas dentro del cajón
Eje: Es la barra horizontal sobre la que se enrolla la persiana cuando la subimos.
Topes o conteras: Están en los extremos del eje y aseguran que este permanezca en su sitio y funcione correctamente.
Polea: Este mecanismo circular es donde se enrolla la cinta cuando subimos la persiana.
Tirantes: Son las piezas que mantienen las lamas ancladas al cajon y permiten que todas suban o bajen de manera uniforme.
Pasos para arreglar una persiana descolgada
Las persianas suelen descolgarse debido al deterioro de algunas piezas, especialmente los tirantes o la cinta. La reparacion dependerá de cuál sea el elemento dañado.
Avería en los tirantes
Los tirantes son a menudo los responsables de que una persiana se descuelgue. Afortunadamente cambiarlos es bastante sencillo:
1. Desmonta el cajón quitando la tapa frontal. Puede estar atornillada o solo encajada.
2. Baja la persiana completamente para poder acceder a los tirantes con facilidad.
3. Retira los tirantes dañados y sustituye por unos nuevos. No te preocupes por la orientación solo encajan en una posición.
4. Vuelve a enrollar la persiana en el cajón asegurándote de que todo funciona correctamente.
5. Coloca de nuevo la tapa y comprueba que la persiana sube y baja sin problemas.
Cuando la cuerda o cinta está rota
Si el problema está en la cinta la reparación será un poco más compleja pero igualmente posible:
1. Retira la tapa del cajón como en el caso anterior.
2. Baja la persiana completamente y desprende los tirantes del eje.
3. Desatornilla y extrae el eje con cuidado.
4. Quita la cuerda rota de la polea.
5. Extrae también el recogedor de la pared.
6. Sustituye la cuerda vieja por una nueva del mismo tamaño.
7. Engancha la nueva cinta a la polea asegurándote de que queda bien sujeta.
8. Vuelve a colocar el eje en su soporte y engancha los tirantes.
9. Fija el otro extremo de la cinta al recogedor y colócalo de nuevo en la pared.
10. Comprueba que la persiana sube y baja sin problemas.
11. Finalmente coloca la tapa del cajón.
Cuando la persiana se baja sola
A veces, el problema no es que la persiana esté descolgada sino que se baja sola. Esto suele ocurrir porque la cuerda no está bien sujeta en el recogedor:
1. Quita el recogedor de la pared.
2. Saca todo su mecanismo para examinar cómo está colocada la cuerda.
3. Comprueba si la cuerda está correctamente sujeta a la pestaña del recogedor.
4. Colócala adecuadamente asegurándote de que queda bien fijada.
5. Vuelve a instalar el recogedor en su sitio y verifica que la persiana se mantiene en posición.
Mantenimiento para evitar una persiana descolgada
Después de arreglar tu persiana es importante que realices un mantenimiento periodico para evitar futuros problemas:
• Limpia las guías laterales para evitar que se acumule suciedad que pueda entorpecer el movimiento.
• Revisa regularmente el estado de la cinta y los tirantes para detectar posibles desgastes.
• Lubrica ocasionalmente los mecanismos móviles para facilitar su funcionamiento.
• Utiliza la persiana con suavidad evitando tirones bruscos que puedan dañar el mecanismo.
Siguiendo estos consejos no solo alargarás la vida útil de tus persianas sino que también te ahorrarás disgustos y dinero en futuras reparaciones. Recuerda que un buen mantenimiento es la clave para evitar averías